domingo, 20 de abril de 2014

UNA LEYENDA RACIAL DEL BOXEO

Se extinguieron los vientos de Rubin ‘Huracán’ Carter

La historia de este peleador se escribió con letras de éxito sobre los cuadriláteros, pero también con tinta de injusticia y racismo en los juzgados, aunque su materia prima principal fue la pasión de un boxeador.
José Luis Ayala / Joslar Sport

'Huracán' y la resistencia de un hombre.

Desde Toronto, Canadá, llegó a México la noticia de que el Huracán Carter había dejado de emitir sus vientos este domingo 20 abril. A los 76 años de edad, el púgil cuya historia de vida dio la vuelta al mundo, falleció a consecuencia de una larga batalla contra el cáncer de próstata.

Las actuales generaciones seguramente saben poco de él, pero el nombre y mote de Rubin Huracán Carter comenzó a ser escuchado en todo el planeta no solo por sus logros sobre el cuadrilátero, en una corta carrera pugilística de cinco años (1961-1966) dentro del peso medio, sino por haber sido protagonista de una de las más famosas, crudas y rudas injusticias de los sistemas penitenciarios y judiciales de Estados Unidos.

Injusticia que tomó notoriedad mundial tras el estreno en 1975 del tema ‘Hurricane’ del estandarte de la música norteamericana Bob Dylan, quien desde su trinchera emitió una de las más duras criticas que el gobierno estadunidense haya recibido en su historia.

“Here comes the story of the Hurricane (Aquí viene la historia del Huracán)” es una de las frases que marca la primera estrofa del tema musical de Dylan.

Más tarde el relato de un crimen adjudicado a un inocente, con tres cadáveres como aderezo, son el camino que llevan los trazos del tema musical, que años después, en 1999, sirvió de inspiración para que el director Norman Jewison llevara el caso al cine. En la película ‘Huracán’.
Denzel Washington en escena de la película.  

En esta ocasión Denzel Washington fue el actor que interpretó al peleador, en una cinta que tras su estreno fue merecedora al Globo de Oro y la candidatura al Oscar para Washington.
Pero cuál es la trama global de esta historia, por qué de tanto furor por la vida de un boxeador que se quedó a unos pasos de pelear por un campeonato mundial y que cuenta con todo un historial de conflictos con la ley.

En 1966 Rubin Huracán Carter se vio envuelto en el capítulo más trágico de su vida, se situó en el lugar y momentos equivocados, para que la furia racial de un policía y los falsos testimonios de una mujer y un hombre sin conciencia lo enviaran a la cárcel por 19 años.

Cuando fue detenido, era uno de los púgiles más prometedores del mundo del boxeo, con apenas 29 años de edad. Acusado en Nueva Jersey, su ciudad natal, de haber quitado la vida a tres hombres dentro de un bar, establecimiento al que este deportista de color negro jamás ingresó.

En dos ocasiones, 1967 y 9976, junto a su amigo John Artis, el juez lo condenó y declaró culpable del triple crimen ocurrido en el Lafayette Bar and Grill. Fue así que Crater ingresó a la penitenciaria, luego de un juicio que contó con un sinfín de irregularidades y sustento en los bajos criterios del odio racial.

Luego de las protestas surgidas, que siempre fueron acompañadas con la canción de Dylan, en 1985 el fiscal rechazó una petición para que Carter fuera juzgado nuevamente y ratificada una sentencia en su contra de cadena perpetua; por lo que fue dejado en libertad, aunque  marcado ya con el tatuaje de la injusticia legal.

La historia del Huracán, cuarto de siete hijos en la familia Carter, siempre fue de desventura ante la ley. A los 14 años se le acusó de asalto y robo a un hombre, por lo que fue enviado al reformatorio en Paterson, Nueva Jersey, de donde escapó en 1954 para luego unirse al ejército.

Durante toda su vida Rubin señaló que aquel ataque, realizado con una navaja, fue a consecuencia de la agresión pedófila que este sujeto realizaba contra uno de sus jóvenes amigos.

Ya en el ejército, fue enviado a Alemania Occidental, pero en 1956, luego de tres años nueve meses, se le dio de baja, por lo que retornó a su casa en Nueva Jersey. Donde fue recapturado para cumplir la condena pendiente en el reformatorio. Permaneció nueve meses en reclusión.

Al salir, influenciado por la vida afrontad al interior del reformatorio, cometió varios asaltos menores hasta que un día se le detuvo por robar a una mujer, lo que lo recluyó nuevamente hasta 1961, año en que comienza su pasión y actividad en el boxeo.

Por el triple homicidio fue declarado culpable junto a su amigo John Artis, quien este domingo se encargó de señalar que “Carter murió mientras dormía”.


El calvario del Huracán y las presuntas motivaciones raciales detrás de este caso también fueron plasmadas en diversos libros y reportajes de la prensa escrita, la radio y la televisión. El libro más conocido sobre este caso es Rubin Carter: The 16th Round, escrito por Sam Chaiton & Terry Swinton.

Desde 1993 y hasta el 2005, Carter fue director ejecutivo de la AIDWYC (Association in Defence of the Wrongly Convicted), organismo que apoyaba la defensa de casos legales similares al sufrido por él.


“Donde la justicia es un juego / Ahora todos los criminales con sus trajes y corbatas / Están libres para beber martinis y mirar el amanecer / Mientras Rubin se sienta como Buda en una celda de diez pies / Un hombre inocente en un infierno viviente / Esa es la historia de El Huracán / Pero no terminará hasta que limpien su nombre / Y le devuelvan el tiempo que ha cumplido / Lo pusieron en la celda de una prisión, pero una vez pudo haber sido / El campeón del mundo”, es la estrofa final del tema de Dylan, historia que este domingo selló su final.

ÉSTA ES LA CANSIÓN ORIGINAL DE BOB DYLAN


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