Hace
68 años, se ganó la igualdad a batazos
Alejandro
Cruz / Joslar Sport
El
15 de abril de 1947, cambio la historia del béisbol. El jugador de 28 años se
disponía a batear, un metro 80 centímetros era su estatura, y representaba la
última adquisición de los Dodgers de Brooklyn, quienes le dieron la franela con
el número 42 marcado. ¡Ah… pero esperen! Es negro, eso complicaba todo: su
nombre Jackie Robinson.
Ese
momento, sin duda, cambió la historia del deporte norteamericano. Se trataba
del primer pelotero de raza negra que jugaba en las Grandes Ligas, la estrella
de toda una población afro americana que vivió en la esclavitud.
Su
carácter fuerte justo como el señor Branch Rickye, mandatario en ese tiempo de
los Dodgers lo estaba buscando, aunque tenía un temperamento explosivo, Jackie
siempre mantuvo la compostura ante los insultos que recibió.
El
debut fue todo un suceso y al final de la historia sus números fueron 734 carreras
impulsadas, 137 palos de vuelta entera, un promedio .311 y además logró imponer
una marca al robarse 19 veces el home. Aunque todos sabemos que su mayor logro
fue el de haber abierto la puerta para que los jugadores de raza negra
ingresaran al mundo de la pelota profesional, al de la “Gran Carpa”.
Es
por ello que, este día, en todos los estadios de la Unión Americana, todos los jugadores portan el 42 en su ropa,
como homenaje al hombre que le mostró al mundo que las barreras raciales son
cuestiones del pasado.
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