lunes, 5 de noviembre de 2018

2 de octubre, el futbol americano no te olvida

El año del Movimiento Estudiantil este deporte vivía un esplendor perdido a consecuencia del mismo y que no ha logrado recuperar

Por qué hablar en primer plano de futbol americano y no de los estudiantes muertos o desaparecidos hace 50 años en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco. Primero de Pumas y Burros, luego de los soldados, su brutalidad y actitud asesina contra el futuro del país; del México político y social, de las mentiras y las verdades que aún no son aceptadas.
La respuesta es sencilla. Porque hablar de futbol americano en torno al movimiento y la matanza estudiantil de 1968 es hablar de parte del inicio, del miedo gubernamental, de la unidad y filosofía que los estudiantes aglutinan en torno a este deporte. Del origen del conflicto.
Las marchas y manifestaciones comenzaron luego de que alumnos de las Vocacionales 2 y 5 del Politécnico se enfrentaron, el 22 de julio de aquel año, en un duelo de “tochito” ante estudiantes de la preparatoria Isaac Ochoterena, incorporada a la UNAM. Aquel juego culminó en conato de bronca, que un día después se transformó en un enfrentamiento directo al que granaderos pusieron fin con fuertes agresiones, ataques de brutalidad y golpizas sobre los estudiantes.
Ahí comenzó todo, aquel juego dio pie a las primeras marchas, manifestaciones y reuniones de protesta que derivaron en los paros estudiantiles y posteriormente en los hechos que hoy cumplen 50 años de luto. Pero no por el juego en sí, sino porque de lo ocurrido en torno a él la autoridad mexicana mostró su verdadera cara. La de represión y sinrazón contra la sociedad.
De acuerdo al reporte oficial de aquellos años fueron solo 28 los muertos y poco más de 200 los heridos a consecuencia de los disparos y las agresiones vividas aquel 2 de octubre. Las victimas afirman que fueron muchos más. Y entre los heridos de gravedad habría que agregar al futbol americano estudiantil, que en ese momento vivía en México su época dorada, la de mayor fulgor.
Tras el inicio de las protestas, la “noche de Tlatelolco” se presentó poco antes de la fecha marcada para el arranque de la temporada del futbol estudiantil, los equipos realizaban su pretemporada y ante las grandes aglutinaciones de público universitario y obrero que se formaban en torno a cada partido las autoridades se mostraron medrosas. Ahí se gestó el inicio del pánico gubernamental y policíaco que el futbol americano despierta en ellas.
Algunos de los sobrevivientes a la matanza han afirmado en diversas ocasiones que muchas de las ideas manifestadas en cada una de las reuniones del Consejo Nacional de Huelga surgieron de charlas sostenidas en la grada de algún estadio o luego de algún entrenamiento. Jugadores y equipos eran considerados emblema de la pujanza e ideología de la lucha y libertad juvenil características de la época.
Tras el conflicto y la matanza, el gobierno mexicano no quiso ver nuevamente reunido a un alto número de estudiantes y por ello a partir de aquel año trabajó con toda su fuerza para apagar la gloria y esplendor de este deporte.
En el verano de 1968 los Pumas, en ese momento bicampeones y, como ahora, máximo emblema de la UNAM, realizaban su pretemporada en Estados Unidos, por lo que durante el vuelo de regreso a México sus jugadores recibieron la noticia de que no podrían retornar a Ciudad Universitaria, porque las instalaciones habían sido tomadas por el ejército. El casillero y oficinas del equipo fueron saqueadas, incluida su videoteca. Dos días después se confirmó que no habría torneo.
El quórum que lograba el futbol americano en cada juego fue visto como de alto riesgo por parte de la propia Secretaría de Gobernación, ante lo cual se reaccionó dos meses después con la desintegración de los Pumas Dorados y los dos conjuntos con que contaba el IPN (Poli Guinda y Poli Blanco). Los equipos fueron desintegrados para formar seis nuevas escuadras, tres por bando, con lo que se pretendió dividir a la afición y disminuir la asistencia a los partidos. Objetivo cumplido hasta nuestros días.
Así nacieron en la UNAM los Cóndores, Guerreros Aztecas y Águilas Reales, conjunto dirigido por el coach Hilario Canseco, quien durante el movimiento estudiantil llegó a ser detenido y señalado como incitador a la violencia. Por parte del Politécnico se dio origen a Búhos de ESM-ENCB, Cheyennes de ESIME-ESIA y Águilas Blancas de ESCA-ESIQIE.
Dos años después de la brutalidad policiaca, militar y gubernamental se creó la Liga Nacional Colegial de futbol americano, antecedente directo de la actual ONEFA.
Es un hecho que los cambios gestados en el futbol americano tras los actos violentos de octubre del 68 generaron mayor estabilidad a los torneos y dieron pie al nacimiento de nuevas y trascendentales historias, pero también que firmaron la culminación de la verdadera época dorada de este deporte en México.


Manuel Neri era el entrenador de los Pumas UNAm en 1968.

Posterior a aquel año y en la actualidad la asistencia de afición a los estadios aún es relevante, no hay duda de que el futbol americano es el deporte amateur que cuenta con la mayor popularidad. Pero el gran arrastre que vivió antes del conflicto se vio severamente afectado. Previo al Movimiento la pasión por el deporte de las tacleadas hizo necesaria la construcción de estadios como el de la Ciudad de los Deportes o el Olímpico de Ciudad Universitaria, pero desde aquel año no solo no se ha construido un escenario más, con uso específico para este deporte, sino que se le han cerrado las puertas de varios y se ha satanizado la realización de encuentros como el ahora no tan tradicional “Clásico Poli vs UNAM” o los que disputan los nuevos Pumas CU ante cualquier equipo del IPN.
El futbol americano en México ha crecido, pero pudo haber alcanzado un desarrollo mucho mayor si las autoridades no hubieran visto en su arrastre estudiantil un “constante y supuesto peligro” para la tranquilidad social y su feudo de autoridad.
Ante esto, no resulta descabellado afirmar que este deporte fue una más de las víctimas que el gobierno del presidente Gustavo Días Ordaz heredó a la historia mexicana y por ello el luto del 50 Aniversario debe también manifestarse en los emparrillados. Aún hay muchas cicatrices que no han logrado sanar… 2 de octubre, el futbol americano no te olvida.

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