martes, 23 de julio de 2013

COLUMNA: Yarda de reflexión 
El desfile de las tentaciones en liga mayor
José Luis Ayala


Hace unos años, un buen amigo me contó a detalle los absurdos y grises manejos que debió enfrentar, por allá de los años 90, en su corto andar como head coach de liga mayor en México, cargo que prefirió abandonar al no concordar con las tradiciones del hampa, disfrazada de directivos y proveedores.


El tema me retorna a la mente al ver los motivos que costaron, el pasado 30 de junio, la chamba al coach Rafael Duk en la Universidad del Valle de México, donde era responsable del programa de futbol americano que dio origen a los Linces UVM.


Aquel amigo me reveló que desde el primer día que ocupó la oficina de jefe en el casillero del equipo en cuestión, comenzó un desfile de personajes que le ofrecía un negocio redondo para sacar beneficio de su nuevo cargo.
“El primero fue un cabrón que me pidió firmar un contrato para surtir los desayunos y las comidas de los jugadores, quería que le firmara cada factura por 100 cubiertos y solo entregar 70, el dinero de los 30 restantes sería para mí”, fue la confesión inicial de mi amigo.


La charla siguió con la descripción del acuerdo que buscaba alcanzar un supuesto médico que pedía al entrenador “apoyar en el convencimiento” de los jugadores de que requerían ser operados, ¡claro… sin contar con lesión alguna! Lo que solo implicaba dormir al paciente, abrirlo y cerrar para generar cicatriz sin hacer movimiento alguno de sanación. Por ello el coach obtendría la mitad del costo marcado para la maniobra. ¡Uuuuf… que asunto tan grave!


Así, este entrenador, actualmente en activo, con múltiples éxitos deportivos en su haber y su integridad intacta, al haber denunciado los hechos; vio pasar por su oficina y el campo de prácticas a docenas de personas que buscaron seducirlo con ofrecimientos similares: un gran desfile de tentaciones.


Le prometieron atractivos porcentajes en la compra de equipo de protección, suplementos alimenticios, ropa de entrenamiento y juego, equipamiento de campo, servicios de transportación, clínicas de coacheo, medicamentos y un sinfín más de artículos y servicios. Lo que en combinación con la actitud de los directivos que conocían la costumbre y buscaban su rebanada de pastel, lo llevó a optar por decir adiós y retornar a la formación de niños y jóvenes jugadores de categorías menores. De manera voluntaria, solo unas semanas duró en el cargo. 


De aquel entonces han pasado ya muchos años y los candados administrativos seguro complican, hoy en día, la realización de prácticas similares, por lo que la mayoría de ellas difícilmente pueden ser efectuadas en gran parte de los equipos. Aunque seguramente no falta en la realidad la existencia de alguna institución que sufra la permanencia de este desfile de seducción, que ahora debe darse mediante distintos mecanismo.


Por ética el nombre de aquel coach y el conjunto en cuestión no lo puedo revelar, ya que se trató de una charla bajo el pacto off the record (fuente con atribución de reserva). Pero dicha información sí la puedo comparar con lo ocurrido en la UVM, donde el comunicado oficial enviado para explicar los motivos de salida del coach Duk son directos: “en una investigación interna se encontraron anomalías en los procesos administrativos”.


Hasta ahora la institución no ha profundizado en las explicaciones, pero se sabe que se ha hablado de demandas e investigaciones legales contra el entrenador Rafel Duk.


En dicha querella se incluirían temas como el manejo de plazas fantasma y anomalías en la asignación de contratos relacionados con el surtido de materiales para los Linces, lo que no significa que el llamado ‘Coach Siggy’ sea un mal entrenador, pero sí que podría haberse dejado seducir por el desfile de personajes que desde 2005 debió transitar por su espacio en la institución.


En aquel año Duk llegó a la Universidad del Valle de México para iniciar el programa de futbol americano de la institución. No había nada ni siquiera un solo balón o antecedente del deporte de las tacleadas en la historia deportiva de los Linces, que ya existían en otras disciplinas.


Duk forjó la franquicia que en su año debut logró el campeonato de liga mayor de la Conferencia Nacional en Onefa, y que hoy cuenta con programas deportivos en diferentes estados de la república, los cuales atienden a jugadores de ocho categorías infantiles, niveles juvenil e intermedia, más el grado estelar de liga mayor; así como en flag football y categoría femenil.


Más aún, gracias al empeño del coach Duk la UVM campus Lomas Verdes cuenta hoy en día con uno de los mejores estadios de nuestro deporte estudiantil, el JOM. Inmueble que incluye amplios y funcionales vestidores, así como un gimnasio plenamente equipado.



Es por esta última parte que duele tanto saber del posible desvío de principios en la trayectoria de un entrenador tan capaz como Duk, que incluso en 2006 fue responsable de la selección nacional infantil que participó en el Global Junior Champioship, donde además se presentaron las selecciones de Estados Unidos, Canadá, Europa y Japón.


El transitar de hampones quizá terminó por doblegar a un head coach de buen nivel y capacidad comprobada. Y lamentablemente para estos casos no hay rehabilitación que valga para corregir el camino, ya que luego del descredito ganado difícilmente alguna institución levantará la mano para ofrecerle un sitio en su programa de liga mayor, a no ser que esté consiente del costo que su contratación podría tener para las arcas y buenas costumbre de su equipo.


Con el despido de Rafael Duk se podría decir que perdió nuestro futbol americano, pero en realidad se ganó, al sentar antecedentes para que las autoridades educativas mantengan la vista y su atención sobre la existencia de lo que llamo ‘desfile de tentaciones’ en liga mayor.

1 comentario:

  1. Qué bueno saber de un tipo que no tiene escrúpulos aunque sepa de fútbol americano y que no merece estar en una institución como es el IPN

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