El ‘Doc Vanegas’ no es ningún superhéroe
Aunque las redes sociales lo endiosen, lo cierto es que este hombre no cuenta con superpoderes
superpoderes
El objetivo final no se logró, un marcador de 23-20 en favor de los Auténticos Tigres evitó que Burros Blancos rompiera una larga y espantosa mala racha de 26 años sin título para un equipo politécnico en la Liga Mayor del futbol americano colegial mexicano, dentro de su grupo fuerte.
El nivel mostrado en el torneo por sus jugadores hacía que el panorama luciera promisorio para conseguir la meta y más tras los esfuerzos y el apoyo brindado al equipo por parte del ‘Doc Vanegas’, quien esperaba que la escuadra de Zacatenco lograra el segundo campeonato de su historia, tras surgir en 2005 y ganar el de la Conferencia Nacional en 2006,
Este hombre llegó a la Dirección de Desarrollo y Fomento Deportivo del Instituto Politécnico Nacional el pasado 3 de marzo y desde ese momento comenzó a trabajar para convertir a la actividad deportiva en la herramienta que permita un impulso a la imagen institucional del organismo.
Desde sus primeros días en el cargo deportes como el boxeo, judo, tiro con arco, taekwondo, futbol, atletismo y en general todos los que se practican en la institución, comenzaron a recibir diversos apoyos y una mayor atención en sus resultados y necesidades.
El futbol americano no podía quedar fuera de este esquema, ya que por siempre ha representado uno de los mayores emblemas en la historia del IPN.
Para este deporte se logró el resurgimiento de los torneos intramuros, la entrega de equipo de entrenamiento, uniformes y equipamiento para todos los conjuntos de categorías menores, así como para la máxima categoría, en la que se consolidó a los staffs de entrenadores de sus dos representativos, Águilas Blancas y Burros Blancos.
Se logró una entrega inusual de insumos, utilería, ropa y servicios, pero sobre todo se abrieron espacios hasta este momento impensados para la realización y difusión de sus juegos.
El ‘Doc Vanegas’ dirigió remodelaciones parciales en los dos casilleros y consiguió el retorno del futbol americano colegial al Estadio de la Ciudad de los Deportes. Se preocupó por involucrar en cada juego a su comunidad estudiantil y de aficionados. Trabajó por consolidar el retorno de la afición a las gradas y de sus equipos a los primeros planos. Ambos objetivos se lograron.
Por todo esto, la llegada de este personaje a la dirección deportiva del IPN se ha transformado en un hito que las redes sociales aplauden a diario en miles de mensajes y publicaciones.
La figura des este doctor en derecho -de ahí el apodo- es cada vez más solicitada para ser captado en fotografía, su presencia es aplaudida y festejada en los escenarios deportivos como si se tratase de una canción de Luis Miguel, la Banda el Recodo o Molotov.
Pero luego de ver todo esto y de realizar un recuento a lo alcanzado bajo la gestión de Vanegas, lo que se puede afirmar es claro y directo: el ‘Doc Vanegas’ no es el superhéroe que afirman sus incondicionales en las redes sociales.
Este funcionario no es un Superman que ha llegado al IPN para salvar a su deporte, tras una larga crisis; sus equipos representativos o sus atletas. No es alguien que logre cosas extraordinarias o convierta en posible los imposibles. No es un hombre extraordinario que sabe de magia o que aplique trucos mentales para cambiar a su antojo y conveniencia los pensamientos de la gente.
Vanegas no ha logrado nada extraordinario, quizá ha cambiado la intensidad en el modo de gestionar, aplicar o buscar; pero no ha reescritos las reglas o los procesos de gestión requeridos. Todo ello ya existía, fue redactados por sus antecesores, por funcionarios que ocuparon la misma silla, el mismo escritorio y la misma oficina que él. Todos bajo la supuesta defensa de los mismos colores, el guinda y blanco.
Y entonces ¿cuál es el punto que hace distinto al ‘Doc Vanegas’?, ¿por qué de su acercamiento con la gente y su comunidad?, ¿por qué de tanto cariño hacia su persona?
La respuesta es sencilla. Porque la magia y fortaleza de Eduardo Antonio Vanegas López no radica en el hecho de que sea un hombre con súper poderes, sino que simplemente se tarta de un hombre con convicciones.
El héroe de los politécnicos es simplemente un hombre responsable que, a diferencia de sus antecesores, ha comprendido la importancia de realizar en forma correcta su trabajo, de cumplir cabalmente con las tareas encomendadas en el contrato que quincena a quincena le permite cobrar un salario.
El desempeño que ha mostrado este funcionario no solo ha logrado amplios resultados, sino que ha evidenciado la falta de capacidad, seriedad, compromiso y ejecución manifestada por quienes recientemente habían dirigido el deporte en el IPN.
Como punto diferencial entre Vanegas y sus antecesores podríamos colocar el respeto con el que él atiende su preparación, experiencia, trayectoria y visión para alcanzar sus metas.
Hace un par de años Ricardo Mota Palomino, quien también dirigió el deporte de la institución con buenos resultados, afirmó que “el IPN es una institución rica en recursos, pero en la que éstos no son bien aplicados”. Hoy el accionar de Vanegas confirma la frase.
Lo logrado por el ‘Doc Vanegas’, hace pensar en qué pasaría si todos los dirigentes deportivos en México pusieran el mismo empeño en la realización de su trabajo, si aplicaran los recursos de la forma eficiente que se ha hecho desde marzo en el IPN y no con la fórmula de castigo, medrosa e irracional como se ha hecho en organismos como la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), donde sus últimos dirigentes han utilizado los recursos solo como una herramienta de sometimiento y no como arma de desarrollo.
Lo que ha ocurrido en el IPN es una muestra de que la inversión en materia deportiva y una correcta aplicación de los sistemas de desarrollo existentes impulsarían el deporte a los primeros planos.
Y no. Para lograr el crecimiento no es necesario contar con superhéroes en cada puesto directivo, sino con gente consiente del compromiso asumido con la designación y con valores de respeto, honestidad y superación.
Es un hecho, Eduardo Vanegas no es ningún superhéroe, es tan solo un funcionario responsable que realiza de forma congruente y efectiva su trabajo. Ojalá que en los cambios venideros vengan más como el ‘Doc’, en beneficios de nuestro deporte y sus instituciones.
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Twitter: @Joslar46
JOSLAR (José Luis Ayala) es comunicólogo egresado de la UNAM, Jefe de Información en Punto Centro, Director General de JOSLAR SPORT Agencia Informativa, comentarista deportivo, un apasionado de los Steelers y como atleta logró probar el sabor de los campeonatos bajo la utilería y el casco de futbol americano; además de haber contribuido en la formación de Cintas Negra en taekwondo.
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